Día de la Mubâhalah

El día veinticuatro: Es el día en el que el Mensajero de Dios (s.a.w.) realizó la Mubâhalah con los cristianos de Naÿrân.

Antes de realizar la Mubâhalah colocó sobre sus benditos hombros su manto e hizo ingresar bajo el mismo a Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî, a Fátima, a Hasan y a Husein -que la paz y las bendiciones sean con todos ellos-, y dijo: “¡Señor mío! ¡Cada uno de los profetas tuvo un Ahlul Bait (gente de su casa) que fueron los más especiales de la creación a su respecto! ¡Dios mío! Estos son mi Ahlul Bait. ¡Aleja de ellos la impureza y purifícales sobremanera!”.

  1. Luego descendió Gabriel (a.s.) y reveló en relación a ellos la aleya de Tathîr (La Purificación – Sura 33, aleya 33 -), y tras ello el Profeta (s.a.w.) salió junto a esas cuatro grandes personalidades para realizar la Mubâhalah.

Cuando la mirada de los cristianos recayó sobre ellos, y observaron la realidad del Profeta, la veracidad en sus rostros y se percataron de las señales del descenso del castigo, no se atrevieron a realizar la Mubâhalah, por lo que solicitaron un acuerdo de paz y aceptaron pagar la ÿiziah (o gravamen del estado islámico para la gente del Libro al no pagar ellos los gravámenes religiosos del zakât y el jums).

Fue en este día también en el que Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (a.s.) obsequió su anillo al mendigo mientras se encontraba en posición de rukû‘ (inclinación durante el rezo) y fue revelada a su respecto la aleya que expresa:

إِنَّمَا وَلِيُّكُمُ اللّهُ وَرَسُولُهُ وَالَّذِينَ ءَامَنُوا الَّذِينَ يُقِيمُونَ الصَّلاَةَ وَيُؤْتُونَ الزَّكَاةَ وَهُمْ رَاكِعُونَ

«Vuestro Walî sólo es Dios, su Enviado y los creyentes que observan la oración y dan el zakât mientras se encuentran inclinados» (Al-Mâ’idah; 5: 55)

En resumen, este es un día bendito y se transmitieron algunos actos para ser realizados en él:

1. El gusl o baño ritual.

2. Ayunar.

3. Dos rak‘ah o ciclos de oración, que se realizan de la misma manera que el rezo preferible del Día de Gadîr, tanto en cuanto a su momento como a su manera de realizarse y recompensa, sólo que en éste se lee la aleya del Escabel (Âiat al-Kursî) hasta el final de la aleya 257.

4. Leer la súplica de Mubâhalah (la cual se encuentra en el libro Mafâtîh Al-Ÿinân).

5. Pedir perdón a Dios setenta veces diciendo:

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أسْتَغْفِرُ اللهَ رَبيِّ وَ أَتوبُ إِلَيه

astagfirul·lâha rabbî wa atûbu ilaih

Pido perdón a Dios y a Él me vuelvo arrepentido
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  1. Corresponde dar limosna a los pobres en este día, a fin de seguir el ejemplo del mawlâ de los creyentes, Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (a.s.).

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