El Feminismo en Latinoamérica -en especial en Venezuela- y las consecuencias que ha traído para la sociedad el auge de este movimiento

por Safhir Sherezzadie Fernández Jaimes (VENEZUELA, 2009).-

Feminismo en Venezuela.

En Venezuela como en los demás países latinoamericanos el feminismo surge desde las clases burguesas, generalmente profesionales que de una forma y otra han tenido contacto con el exterior del país y que su medio de influencia se centra fundamentalmente en los círculos intelectuales. Las feministas lo denominan como un auténtico movimiento social y no como una ideología ya que, según ellas, al contrario de ésta, no es una justificación de un orden e intereses materiales existentes o una justificación de la explotación de las mujeres, en cuanto a sexo; sino que, todo lo contrario, el feminismo desenmascara los mecanismos que mantienen esta situación de opresión. No es una ideología, ya que no pretende observar pasivamente los diferentes aspectos del proceso evolutivo del hombre, ni observar de igual forma esas manifestaciones exteriores, sino que el feminismo participa y está involucrado en ese proceso como parte de la corriente de la historia.

Dicen que la ideología dominante en la sociedad es la que habla de condición femenina, cada vez que se refiere a las mujeres, remitiendo sencillamente a una explicación naturalista y, por lo tanto, imposible de ser modificada por la acción humana. Es la ideología la que impide que se denuncie la opresión de las mujeres en esta sociedad, ya que esta denuncia se remitiría a una explicación política y, por lo mismo, modificable. Es por ello que ellas denominan al feminismo como un movimiento porque denuncia la opresión de las mujeres convirtiéndose en uno de los grandes aportes al campo de las ciencias sociales, y que a partir de eso el empleo del término opresión se convierte en la base de todo estudio que se haga sobre la mujer, llegando a modificar sustancialmente las ideas fundamentales de esas áreas del conocimiento.

Según sus fundamentos, el feminismo se convierte en un movimiento a partir de que desenmascara la verdadera estructura de las relaciones sociales hombre-mujer en la sociedad venezolana, y este movimiento denuncia y estudia el carácter histórico y no natural de la sumisión de la mujer y de su opresión, y gracias a estas razones es que las luchas feministas se han vuelto condición necesaria para la inclusión de nuevos campos en la experiencia materialista, ya que para ésta, el análisis de todos los aspectos de la opresión es uno de los procesos de la lucha.

La denuncia que ellas formulan en cuanto a la mujer comienza con su papel de ama de casa con respecto a su esposo, concubino, etc., la explotación del trabajo doméstico de la mujer en su casa y su doble explotación cuando también trabaja fuera de ésta: doble jornada. Y proponen un nuevo frente de lucha, además del sitio de trabajo: oficina, fábrica, hospital, aula, etc., dentro de la casa; ese lugar tan privado que también es un lugar de enfrentamiento; y que según ellas es la única forma de eliminar esa falsa idea de que el trabajo doméstico no tiene ninguna importancia, ya que este es el responsable del desarrollo del capital en muchos aspectos y de la reproducción de la fuerza de trabajo. Proponen que las mujeres deben conquistar la socialización de los trabajos domésticos, la instalación de guarderías infantiles en los sitios de trabajo, instalación de comedores populares, y exigir del compañero (si se tiene) la ayuda en las labores del hogar y la crianza de los hijos.

Además, consideran que la condición sexual, tratada como subjetividad (critica individual del sujeto pensante), ha sido rechazada por largo tiempo por el materialismo, que solamente contempla la lucha de clases (tradicionalmente definida) establecida entre proletarios y capitalistas; dicen que el materialismo es la historia de ese enfrentamiento. Que hay que comenzar a considerar la sexualidad como un punto de la lucha de clases, pero no entre proletarios y capitalistas, sino entre hombres sociales y mujeres sociales. Aseguran que, al conceptualizar la relación de la mujer como opresión, la sexualidad entra en el campo de la política y que es así como puede ser objeto de estudio por parte del materialismo. De allí que problemas específicos de la mujer, como la violación, prostitución, aborto, etc. tengan que ser solucionados de acuerdo a nuevos enfoques.

El Feminismo latinoamericano asegura que para el año 1979 la mujer en Latinoamérica estaba sometida a una situación de opresión e injusticia específica, mucho más aguda que en otros países de Europa o Norteamérica. Estos pequeños grupos de mujeres dicen, para aquel entonces, que se encuentran frente a una sociedad donde todavía la gran mayoría de las mujeres son más bien amas de casa, antes que trabajadoras. Además, por la misma estructura de la sociedad familiar, a la vez que trabaja todavía le es posible contar con el apoyo de otra mujer (ya sea abuela, hija, madre, hermana o servicio doméstico) para poder criar a los hijos y que igualmente, el poder de los medios de comunicación, en especial la TV, es tal, que es prácticamente imposible tratar de transmitir otra imagen de la mujer que no sea la que corresponde a los intereses de las transnacionales de cosméticos, jabones y detergentes, que son los principales patrocinadores de las telenovelas, que difunden valores retrógrados y una ideología difícil de combatir y que en cuanto a otros medios de comunicación, la avalancha de revistas frívolas y foto romances que invaden diariamente los kioscos de las ciudades nutren a las mujeres en su alienación.

A partir de esa situación, y ante la renuencia de los grupos de izquierda que muy poco se han preocupado por las interrogantes levantadas por las feministas, así como universidades que con gran reserva observan cualquier interés en estudios e investigaciones sobre la mujer, según dicen ellas se han visto en la gran necesidad de hacer encuentros y reuniones a nivel regional (de Latinoamérica) entre ellas, desde el año 1981. Para así poder subsanar ese rechazo que se les hace a las mujeres en sus propios países y analizar el avance de sus reflexiones ante sus propias realidades.

El movimiento feminista que en principio surgió en Venezuela fue el del implementado por el socialismo, pero esto no significó que se radicalizara solo él como lucha, esto solo sirvió para dar paso a nuevas luchas feministas que si bien apoyaban estas luchas también inclinaban su tendencia hacia la condición de las mujeres como féminas dando paso al estereotipo femenino artificial de la apariencia física, contrario a lo que exponía el movimiento socialista que denunciaba la utilización de las mujeres como productos de consumo, dando este movimiento una imagen mas varonil de la mujer. Actualmente existen ambos grupos y muchos otros más, con ideas heterogéneas pero que al final llevan como mismo objetivo el trato igualitario con los hombres sin exclusión o discriminación alguna.

Análisis de las consecuencias del feminismo en Venezuela

En Venezuela actualmente el feminismo ha continuado con sus luchas dentro del país, desde las diversas formas de grupos surgidos, que en general lo que ha traído como consecuencia no es la liberación de la opresión de la mujer sino el libertinaje desenfrenado que hoy en día existe conllevando a la sociedad latinoamericana y en especial a la venezolana al declive generacional de los individuos. Esa igualdad de derechos que durante años han exigido las ha llevado a una igualdad más que con los hombres a la igualdad animal ya que están totalmente desposeídas de razonamiento lógico, en cuanto a su naturaleza, sus objetivos en la vida, su papel dentro de una sociedad y sus derechos.

Actualmente el ser humano debido al modernismo en donde las tecnologías y los avances científicos han alcanzado el auge de lo más actual, dándole al hombre una serie de disponibilidades y facilidades materiales que le proporcionan innumerables comodidades y satisfacciones sobre todo en materia económica, y que al mismo tiempo lo conlleva a que este desposeído de moral y valores, al mismo tiempo en conjunto con esto los movimientos feministas promovidos todos por el sistema neoliberal lo que han hecho y actualmente hacen es que la mujer olvide por completo su rol dentro de la sociedad como base de esta, exentas de cualquier determinación ética olvida la mujer sus deberes para con la sociedad trayendo como consecuencia el deterioro de la familia y por ende el de los demás círculos sociales.

En Venezuela esto lo podemos ver a diario llegando incluso hasta a ser promovida y falseada la realidad social a través de algunos medios de comunicación masivos feministas que ofrecen espacios principalmente de diversión, farándula, tragedias en vivo, lo cual permite mantenerlas en un limbo de evasión social que las margina desde la discusión pública y las sumerge en mundos ficticios que falsean la realidad de sus entornos. Promocionan programas entre los que se encuentran tragedias animadas o en vivo. Dichos espacios muestran personas en situaciones personales que son exhibidas para llamar la atención de los espectadores y ganar audiencia, distrayéndolas del mundo y su contexto. También se realizan debates entre parejas (hombre-mujer, mujer-mujer y hombre-hombre), matrimonios, amistades o compañeros de trabajo o estudio respecto a polémicas internas para llevarlas a los consumidores y de esta forma elevar el “rating” de la tele audiencia.

Otra realidad que se esconde detrás de esta situación es el ver como la mujer occidental moderna es un pobre ser esclavo de la moda y de un estereotipo femenino artificial, cumpliendo con el modelo que la sociedad les impone llevando la peor de las vidas, detrás de dietas y trabajando solo para satisfacer sus necesidades de vestuarios, resultando de esto que la mujer solo valga por su cuerpo y su apariencia, importando poco su inteligencia. Este es el saldo deplorable de la pretendida liberación femenina que, más que liberar a la mujer la ha terminado convirtiendo en una esclava de toda una forma de consumo.

Este es el gran logro del sistema capitalista y consumista que agobia a occidente, precisamente por haber incorporado de lleno a la mujer al ámbito del consumo y la producción. Si meditamos bien unos breves instantes en todos los productos de esta sociedad lo que tienen como destinatario es a un prototipo de mujer artificial, creado de la nada en las últimas décadas, y que sólo ha alineado a la mujer en igualdad al hombre, en un ser infeliz insatisfecho y desequilibrado desposeyéndola de su esencia y de sus verdaderos valores.

Pero así también contrario a estas se encuentran aquellas que proyectan la imagen varonil, imitando en todos sus aspectos físicos y emocionales a los varones, implantándose de esta forma la homosexualidad.

Gracias a las campañas comunicacionales de las asociaciones feministas se llega al resultado final de quienes manejan sus pocas transparentes intenciones a nivel mundial y hacia dónde son empujadas algunas mujeres.

Bibliografía

– Feminismo un Movimiento Social por Giovanna Mérola L.: Bióloga y profesora universitaria venezolana. Revista Nueva Sociedad Nº 78, Julio-Agosto de 1985, Edic. Electrónica.

–  El pequeño Larousse 2007.

 

 

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