Por Mariam Mancilla (Colombia).-

En un momento en que quiero decidir qué escribir y pienso como musulmana: ¿Para qué vine a esta vida? ¿Por qué Dios me dirigió al Islam?

Realmente estas preguntas y sus respuestas están en el día a día hacia el perfeccionamiento de mi fe. De mi esfuerzo en la vía (o camino) hacia Dios, una lucha constante tanto física como moral que uno desarrolla al realizar las obras, acciones o actos de adoración o de culto, bien sea aquellos necesarios para el aprendizaje del conocimiento del mundo, de la religión o de la ley, o ya sea participando en los combates defensivos que la comunidad musulmana ha tenido desde hace mucho tiempo y que a partir del amor a Dios y al Islam me lleva o a esta lucha y esfuerzo sólo en busca del éxito.

La lucha y el esfuerzo por el Islam puede realizarse a partir de la adquisición del conocimiento de la fe, de la creencia, de la Unicidad de Dios, ordenar el bien y prohibir el mal; un esfuerzo interno y externo que sufre el creyente para ser un buen musulmán según las prescripciones de la fe y leyes islámicas.

“Es el esfuerzo de sí mismo en el camino del perfeccionamiento moral y religioso”.

El esfuerzo de un creyente para subsistir el resto de su vida en la fe musulmana tanto como sea posible. La lucha para construir una buena sociedad musulmana.

El Islam nos permite adquirir compromisos de esfuerzo para mejorar la calidad de vida en la sociedad, esfuerzo en el campo de batalla en defensa propia, o luchar en contra de la tiranía y la opresión.

        El Profeta Muhammad (BPD) y su sagrada familia (P) nos mostraron la dimensión del esfuerzo y lucha por el Islam continuo, tronante a lo largo de las épocas. El esfuerzo para vivir una vida moral virtuosa, difundiendo y defendiendo el islam, así como luchando contra la injusticia y la opresión, entre otras cosas.

Ellos tenían un deber hacia Dios, un deber divino o una obra hacia Dios, esto hace referencia a:

• “Un compromiso para trabajar duro” y “lograr los objetivos de uno mismo en la vida”.
• “Luchas para lograr una noble causa”.
• “Promover la paz, la armonía y la cooperación, y asistir a los demás”.
• “Vivir en los principios del Islam”.

La interpretación espiritual de esto nos representa el esfuerzo que todo creyente debe realizar para ser mejor musulmán o mejor persona en general, teniendo que luchar contra los instintos e impulsos destructivos como la arrogancia, la envidia, el egoísmo, la vanidad y los deseos carnales.

Conclusión 

La lucha y el esfuerzo por el Islam y la entrega a Dios es lo que tratamos de fomentar en nosotros mismos día a día. Motivo suficiente para analizar nuestra sinceridad y fidelidad al Islam para que así cada uno de nosotros desde nuestros corazones valoremos la lucha, esfuerzo y sufrimiento del Profeta (BPD) y su sagrada familia (P), y que no fueron en vano, sino que nuestros corazones sean fortaleza y refugio para ayudar a mantener el Islam que nos enseñó el Profeta (BPD), y que en estos tiempos, más que nunca, nos esforcemos en que nuestras manos, nuestras mentes y nuestros corazones luchen por el bien y por el amor a Dios.

¿Lucha por la fuerza o por la libre elección?

Si no luchamos contra nuestro ego, por nuestra propia voluntad y por la causa de Dios, nos veremos obligados a hacerlo por la fuerza y por cualquier otra causa. Pero esto será mucho más amargo e inútil debido a los problemas que habrán surgido. Esta es la ley de la vida. Por lo tanto, es mejor que desde un principio luchemos contra nuestro ego por nuestra propia convicción y de acuerdo con las leyes de la religión.

Referencias 

Imam Hussein (P) la luz que no se apagó 2010 traducido Muhammad Ali Morales.

Balta, Paul. 1994. Islam. Civilización y Sociedades. Madrid: Editorial Siglo XXI.

Bodansky, Yossef. 2001. Bin Laden: El hombre que le declaró la guerra a Estados Unidos. Santiago: Editorial Aguilar.

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Elorza, Antonio. 2002. Umma. El integrismo en el Islam. Barcelona: Editorial Alianza.

Escribano, Lydia. 2001. El fundamentalismo islámico. Madrid: Editorial Acento.

García, Jerónimo. 2002. “El Islam y la guerra”. Revista El Jabar del Nómada. (http://www.geocities.com/lajabardelnomada/n7p8.htm)

Huntington, Samuel. 1997. El choque de civilizaciones. Barcelona: Editorial Paidós. Kepel, Gilles. 2001. La Yihad. Barcelona: Editorial Península.

«yihad y yihadista, no jihad ni jihadista», Fundéu BBVA, 21-06-2013.

Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos Volumen VIII/No 2/2006/pp. 27-39 .