Poema al Imam Sajjad (a.s.)

Traducción: Mariana Assad.-
El poema de Farazdaq en admiración al Imam Sajjad (a.s.)

Durante el gobierno de al-Walid ibn ‘abdal Malik, su príncipe heredero y su hermano Hisham bin ‘Abd al-Malik fueron a Meca para el Hajj. Durante el Tawaf (circunvalación alrededor de la Ka’ba) él fue hacia la Piedra Negra (al- Hajar al-Aswad) para tocarla pero no pudo acercarse debido a la multitud. Por ello inevitablemente se regresó. Pusieron para él una silla en un lugar alto y comenzó a mirar a la multitud desde ahí. Mientras tanto, llego Imam Sajjad (a.s) y luego del Tawaf fue hacia la Piedra Negra. Con toda la congestión existente, la multitud abrió el camino para el Imam (a.s) entonces el Imam (a.s) pudo aproximarse a la Piedra Negra. Los compañeros de Hisham se sorprendieron. Uno de ellos le preguntó: “¿quién es el?”
A pesar de que Hisham conocía al Imam (a.s) respondió: “No lo conozco”.
En ese momento al-Farazdaq dijo valientemente: “yo si lo conozco”. Se paró en un lugar alto y compuso su famoso poema presentando al Imam al-Sajjad (a.s). Hisham ordeno que se cortara la retribución del tesoro público para Farazdaq y lo encarcelo en ‘Asfan entre Meca y Medina.
Elogiar al Imam (a.s) en el ambiente político opresor de la época, especialmente en presencia de Hisham, no sólo merece el reconocimiento de su coraje y valentía, sino que también su respeto por esa familia. Cuando el Imam al-Sajjad (a.s) fue informado sobre su encarcelamiento, le envió 12000 dirhams, al-Farazdaq le devolvió el dinero y dijo: “Te elogie para satisfacer a Dios, no por el regalo” Imam (a.s) le envió nuevamente el dinero y dijo: “Nosotros Ahl al-Bayt (a.s) no aceptamos de vuelta lo que hemos obsequiado a alguien”.

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