¿Por qué la mujer musulmana debe cubrir su cuerpo al momento de rezar, aunque esté rezando sola y ningún hombre no-íntimo pueda verla?

Por Sumeia Younes.-

Teniendo en cuenta que Dios es Sabio, todos Sus preceptos tienen una razón de ser, pero entender todos sus secretos con nuestro entendimiento limitado o descubrir lo que realmente debemos hacer para hacer florecer nuestras capacidades de manera correcta, no siempre es posible para nosotros.
En las aleyas del Corán y los hadices no se ha encontrado algo que explique la razón por la cual la mujer deba usar hiyab al momento de rezar, sobre todo si ningún hombre no-íntimo la está mirando.
Sin dudas, Dios está Informado absolutamente de todo, y conoce nuestro interior y exterior, y nada con lo que nos cubramos puede ocultarnos de Él en ningún momento, por lo que el hecho de que tengamos que usar el hiyab durante el salat, no tiene nada que ver con el tema de si podemos o no estar sin hiyab ante la presencia de Dios.
Los objetivos, razones y beneficios que nos llegan a través del cumplimiento de las normas divinas, se adecúan a la estructura de la existencia del ser humano que está formada por un aspecto material y otro espiritual, por cuerpo y espíritu, y las normas divinas preparan el terreno para la felicidad en este mundo y el Más Allá.
Así que, si en algún caso no entendemos los beneficios materiales de una acción, esto no quiere decir que esa acción no tenga un propósito o que sea defectuosa, o que debamos dejarla de lado y no realizarla, ya que algunos actos de devoción tienen un aspecto puramente devocional, es decir, debemos realizarlos simplemente porque Dios, que es Sabio y desea la felicidad y perfección de las personas, nos lo ha ordenado, de la misma manera que si un médico nos dice que tenemos que tomar cierto medicamento, aun cuando no entendamos de medicina, le hacemos caso.
Las cuestiones de la adoración y las normas de la Legislación Islámica tienen un aspecto devocional, y en estas cuestiones solo la aceptación de la Voluntad de Dios puede ser el criterio y beneficio más importante, aunque por supuesto también se encuentran en ellas otros beneficios de los que a veces no estamos informados. En algunas narraciones se ha hecho referencia a parte de la razón y beneficio de la disposición de algunas normas, y es posible que el avance de la ciencia y el intelecto humano descubran otras aristas del tema. Por supuesto, el hiyab, en forma general, y en especial durante la oración, tiene muchos buenos efectos que es probable que hayan influido en su obligatoriedad, entre los que mencionaré los siguientes:
1. Al momento de adorar la persona se encuentra ante la presencia de Dios y habla con Él, por lo que en este estado debe vestir las ropas más adecuadas, y está claro que la vestimenta más adecuada para la mujer en este caso es una vestimenta completa, esto es, una vestimenta que muestre su pudor y recato, y que refleje el mejor de los estados que una mujer pueda tener. Una vestimenta así es la que es adecuada para adorar a Dios.
Cubrir las partes pudendas y otras partes del cuerpo de la mirada de otras personas, es obligatorio tanto para hombres como para mujeres. Asimismo, realizar el salat con el cuerpo desnudo hace que ese rezo sea inválido tanto para los hombres como para las mujeres. Cubrirse los pies ante un hombre no-íntimo es obligatorio para la mujer, pero al momento de rezar –si no está presente un hombre no-íntimo- no es obligatorio. Por lo tanto, el hecho de cubrirse a veces se debe a la presencia de otras personas no-íntimas, otras se debe solo a que es una condición para la validez de la adoración, y por supuesto en algunos casos se debe a ambas razones.
Así como se nos ha informado que, como preliminar de la oración (salat), el orante –tanto hombre como mujer- debe tener el cuerpo y la ropa puros, realizar la ablución, cuidar que el lugar donde va a rezar esté puro y no sea ilícito, que debe quitarse el calzado y ubicarse hacia la qiblah, que los hombres deben recitar las suras en voz alta durante ciertos rezos y no deben usar oro o seda pura, etc., así también se nos ha dicho a las mujeres que debemos cubrirnos para realizar la oración.
En el caso de los hombres, a quienes se les permite rezar solo con un short e incluso sin remera, aun así, como ello no es compatible con el espíritu de humildad y respeto por la Presencia Sagrada de Dios, en casos que no sea de fuerza mayor, es mejor que además de vestir las partes que obligatoriamente debe cubrir, rece con una ropa que demuestre total respeto para presentarse ante Él de la mejor manera posible. Es preferible que el hombre se perfume, se peine, use un anillo de ‘aqîq, y la mujer también, si reza en privado que se maquille, perfume, etc.
También podríamos considerar el hiyab como un tipo de etiqueta. La etiqueta requiere que la persona se presente ante los demás, especialmente ante personalidades importantes, con una vestimenta completa. Es por eso que una persona que pretende reunirse con una gran personalidad incluso de su mismo sexo, no se presenta ante ésta con short y remera por ejemplo.
En todas las religiones, e incluso entre los juiciosos del mundo, se espera que la gente se presente a las ceremonias y círculos religiosos con una vestimenta adecuada, y en el Islam, la vestimenta oficial de la mujer para presentarse en sociedad o en círculos religiosos, es la vestimenta completa.
Llevar una vestimenta completa incrementa también la dignidad, personalidad y el respeto aparente del ser humano. Al momento de rezar, es necesario que, además de una entrega de corazón, el ser humano experimente una entrega aparente y de respeto ante Dios, y lo que Dios requiere de las mujeres en esta entrega y respeto, es que observe el hiyab.
Al momento de rezar la persona se presenta ante Dios, en tanto los ángeles del Trono Divino también están presentes; aunque nosotros no los veamos, ellos nos observan. En ese momento la persona se encuentra adorando a Dios en una reunión oficial y solemne. Por lo tanto, debido a que la oración (salat) en realidad significa presentarse ante la Corte del Señor del Universo, cuanto más completa, limpia y perfumada sea la vestimenta que use en esta reunión, resultará más grata, por lo que a los hombres también se les aconsejó que observen las formalidades y reglas de la etiqueta ante la Presencia Divina, por medio de usar una vestimenta completa. Es por ello que es preferible que el hombre también al momento de rezar se coloque una capa, por ejemplo, para que al presentarse ante la Corte de Dios asuma una presencia espiritual que lo conecte aún más con Dios.
2. Otro de los beneficios que hay para la mujer en el hecho de rezar usando el hiyab es que éste es una preliminar para aproximarse más a Dios, y es un tipo de ejercicio diario y continuo para que la mujer aprenda a proteger su hiyab en todos los ámbitos que sean necesarios. Vestirse completamente 5 veces por día en un lugar en que no hay un hombre no-íntimo, es un muy buen ejercicio práctico y adecuado para que le resulte normal vestirse de esta manera ante un no-íntimo, y es uno de los factores que ha jugado un papel importante para que la mujer musulmana se acostumbre y conserve a través de los años la vestimenta islámica, protegiendo su vulnerabilidad.
Si aceptamos que el Islam siempre busca proteger el hiyab de las mujeres y su inmunidad, y aconseja su recato y pudor, nos damos cuenta que usar una vestimenta completa para rezar está en línea con esta idea, y para hacer hincapié en este asunto considera necesaria esa condición. En realidad, encontrándose en este estado, además de rezar, la mujer está dando una lección de pudor y recato, presentando el patrón de conducta de la mujer musulmana.
3. Realizar la oración ante la vista de la gente y en lugares públicos y mezquitas requiere que especialmente las mujeres cubran su cuerpo para que permanezcan protegidas de la vista de los hombres no-íntimos, sobre todo porque durante la oración se realizan movimientos como inclinarse, prosternarse, sentarse, y ponerse de pie, y al cubrir la mujer su cuerpo, esto le permite estar más cómoda, y hace también que el resto de los orantes preserve su calma y concentración espiritual, y en conclusión, se proteja la castidad de todos.
Por supuesto, aclaro que lo explicado solo son razones posibles, y que la razón principal por la que la mujer debe cubrir su cuerpo (a excepción del rostro y las manos, y el empeine del pie en caso de rezar sola) durante la oración, es fortalecer el espíritu devocional y aceptar la Voluntad de Dios, que es Quien sabe mejor qué otras razones hay detrás de este precepto, ya que no se nos han explicado todas las causas de todas las normas, o bien, no nos han llegado en forma completa.-

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