“Una musulmana disciplinada, paciente, preparada académicamente y con éxito, siempre será bien vista”

Lizbeth Marquez. Entrevista a una estudiosa musulmana shia de México.

Luego de la revolución islámica encabezada por el Imam Jomeini, las comunidades shiitas en el mundo salieron de su letargo, pero el fenómeno no pasó desapercibido por personas de otra extracción religiosa que vieron en el islam su lugar en el mundo.
Eso pasó con estas mujeres mexicanas, encabezada por la abogada Lizbeth Marquez Villarreal, quien fundó la Asociación Mexicana de Mujeres Islámicas.
En una conversación con la página web FIYAR, Lizbeth (ahora Amatullah), luego de pronunciar el bismilahir rahmanir rahim (en el Nombre de Dios, Clemente, Misericordioso), explicó que como mujer musulmana en México no se siente discriminada y que, incluso con el atuendo típico islámico, estudian, trabajan, y se “sienten más respetadas por los hombres”.
Sobre la controvertida prenda o hiyab islámico con que la mujer musulmana cubre sus cabellos, Amatullah dijo que la mayoría de las mujeres islamizadas en México usan este velo.
Preguntada sobre si como abogada puede ejercer su oficio sin trabas ya sea en su estudio o en tribunales, contestó que el hiyab “no es ni un niqab ni burka (prendas que tapan el rostro de la mujer) por lo tanto ejerzo mi profesión sin ningún problema”.
¿Qué la llevó a optar por el Islam como su religión, teniendo en cuenta su cultura occidental y particularmente mexicana? ¿Cómo convive con ambas formas de vivir?, fue otra de las preguntas efectuadas a lo que la abogada respondió que “después de 10 años de estudio de las religiones y un estudio sociológico llegué al punto en que el islam me llenaba de más disciplina, intelecto y un criterio realista. Mi cultura mexicana si pensamos en sus inicios: Tenemos atuendos en común, el respeto por la familia, hay gran influencia morisca en mi país desde la llegada de los españoles; mis propios familiares usaban velo, mis abuelas y tías el respeto al luto etc. Convivir es muy fácil cuando ante la sociedad les recordamos sus pasadas costumbres y el respeto a los demás con el ejemplo. Una musulmana disciplinada paciente preparada académicamente y con éxito, siempre será bien vista”.
En cuanto a los estereotipos que se ha formado sobre la mujer musulmana: sumisa, invisible, castigada, maltratada, ninguneada, Amatullah explicó que “el estereotipo se mantiene porque tanto los musulmanes y las musulmanas no activan lo contrario. El machismo islámico y la sumisión por conformismo. Las mujeres musulmanas deben desenvolverse en cualquier actividad ser las mejores y así desmitificar esa imagen. Pero muchas no quieren salir de su comodidad y es más cuando podrían ser apoyadas por sus esposos hijos y familia para desempeñar asociaciones con objetivos de empoderamiento para la mujer.
Sobre los comienzos de la Asociación Mexicana de Mujeres Islámicas, contó que “se creó en 2009 y legalmente en 2010. Se formó porque no había ninguna organización de mujeres musulmanas en México y donde se pudiera hacer el trabajo de la difusión pero también otros hábitos sociales. El primer año se mantuvo con ayuda de algunas donaciones de mi familia y algunas hermanas. Pero hasta ahora la organización es mantenida por mí y mi esposo pero también cuenta el tiempo y participación de los miembros en actividades extras que hacemos para que sea autosustentable. Nuestra institución trabaja con aportaciones económicas, aportaciones de tiempo y conocimiento, y voluntariado. Así se sustenta.

Ante la requisitoria sobre qué dicen los propios musulmanes cuando se dice que es una religión muy masculina ya que el hombre es quien lo preside todo, Amatullah dijo que “pueden decir los mismos musulmanes que es trabajo masculino, pero lo que hay aquí en México de trabajo islámico Shia paso por manos femeninas todos en esta humilde organización. Antes ni difusión ni libros había, y tengan claro la mujer es la principal cabeza de las sociedades.
Finalmente Amatullah dejó un mensaje a las mujeres no musulmanas que viven en occidente y que visten de otras maneras, y que ven como un oprobio las formas de la mujer musulmana:
“El mensaje a las mujeres no musulmanas es que juntas podemos derribar paredes que no nos dejan ver más de lo que otros quieren que veamos. Que hagan estudios sociológicos de diferentes grupos de musulmanas y no generalizar por la primera impresión. Que somos tan femeninas, felices y dispuestas al empoderamiento que cualquier mujer que busca el éxito”.

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Lizbeth Marquez Villarreal de Ciudad de México se islamizó en el año 2005.
Lic. en Derecho por la UNAM
Especialidad en asociaciones religiosas por la Universidad de Ilinois.
Miembro del Mahdi Volunteers of the Islamic Education Center, in Houston TX.
Diplomada en Jurisprudencia e Historia islámica por la Universidad Internacional Islámica de Qom en Irán.
Diplomada en sociología religiosa por el Colegio de México
Conferencista en instituciones públicas y privadas.
Vocera y colaboradora de embajadores.
Taekwondo por la UNAM
Organizadora de eventos culturales
Presidenta de Asociación Méxicana de Mujeres Islámicas, y Centro Ahlul Bayt de México.

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